Seamos mujeres o caballeros, la realidad es que salir con zapatos “olorosos” a encierro y peor aún, con puntos blancos de moho, es una pérdida de glamour absoluta.

Pero no podemos escapar a esa realidad, tenemos variedad de calzado, unos más formales que otros, zapatillas deportivas, y sólo contamos con dos pies para lucirlos, así que les cuenteo mi “odisea en tiempos de pandemia” …

Sin darme cuenta y en teletrabajo, me reduje a zapatos de diario, y llegué hasta a veces, -por qué no decirlo- quedarme en pantuflas por comodidad de estar en casa.

Lo que no me fui dando cuenta, era la inclemencia de un encierro en las cajas de estos:  Aún con su papel con que vinieron nuevos, y su tradicional bolsita de sílice, el daño era el mismo, ¡¡¡los zapatos con una capa de moho!!!, los terciopelados daban ganas de llorar y los zapatos olorosos que usaba con frecuencia.

Era como un carnaval de olores y formas.

Me animé a probar COPATE, en su empaque decía que absorbían el mal olor y la humedad y decidí hacer el gasto.  Parecía ser la salvación para mis zapatos olorosos y los que tenían moho por falta de uso.

Hoy puedo decirles que transformé la palabra GASTO en LA MEJOR INVERSIÓN INTELIGENTE. 

Procedí a limpiar todos mis zapatos, de la siguiente forma:
  • Les pasé un paño de agua humedecido para eliminar las manchas de moho. Si son de cuero un pañito humedecido, no empapado en agua. Si son de tela o terciopelo hazlo con mucho cuidado para no dañarlos, evita usar cepillos de cerda dura ya que puede dañar los zapatos de terciopelo.
  • Los coloque al sol un rato
  • Los que podía lavar directamente porque eran de tela, lo hice con agua y jabón para quitar residuos de sucio, sudor, rayones, etc.
  • Y una vez todos estaban limpios y secos, les coloqué COPATE en sus respectivas cajas.

Les cuento que llevo 03 meses y con temblor aterrador decidí abrir una caja para ver “la escena del crimen”:   Ohhh felicidadddddd!

Los que eran mis zapatos olorosos no tenían ningún tipo de olor encierro ni sudor, y los que estaban prácticamente nuevos estaban impecables, no se sentía olor a encierro, ni un moho filtrado por ninguna parte y mi sonrisa parecía de modelo ganadora de concurso.

Pedí autorización a la empresa Scarabajo’s para que me permitiera narrar mi historia, para decirles que yo soy una víctima del exceso de humedad panameño donde en mi país permanecemos más con agua que en verano, nuestra temporada lluviosa es intensa y más en estos tiempos, así que ya hice mis siguientes inversiones inteligentes:  Coloqué OMARO en mi walking closet y en mis gavetas de ropa interior, pijamas y suéteres, a cada una le coloqué PREDALI.

Gracias, Scarabajo’s!

Por amar el ambiente, por ser biodegradable, por no tener olor para quienes sufrimos de alergias, por ser tan “cool” que se reutilizan cargándose con el sol, ya que eso representa una economía para mí, además de cuidar todo lo que tengo en casa.

Yo no sabía ni pensé que pudiera conseguir en Panamá la respuesta que tanto esperaba, acabar con la humedad sin que me dañara mis cosas y que yo pudiera pagar, porque son accesibles y duraderos.  Gracias una vez más, han ganado una cliente fiel a mis Scarabajo’s.

 

                                                                                              Michelle P.A.

                                                                                              Desde Paitilla, Ciudad de Panamá

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